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viernes, 30 de enero de 2015

Adiós a la ley de la selva (II): El ratón

El ratón
Ratoncito no sabía por qué, pero siempre lo elegían a él. Apenas tenía amigos, porque como él se sentía pequeño e insignificante prefería dedicarse a lo suyo para no enfurecer ni decepcionar a nadie. Pero daba igual, cada vez que llegaba a la selva un nuevo rey, él era el objeto de las burlas y los golpes. Gritar, correr, morder o insultar tampoco servía de nada, porque cuanto más lo hacía más disfrutaban sus agresores. Y aunque alguna vez había pensado en pedir ayuda a los elefantes, tenía miedo de lo que pudiera pasar.
Cierto día, mientras un gigantesco león estaba divirtiéndose a su costa agarrándolo por el rabo y girándolo como un ventilador, se soltó y salió volando por los aires. El ratón rebotó largo rato de árbol en árbol, bajando por la montaña, hasta quedar suspendido de una rama, ¡precisamente un par de metros por encima de otros dos leones! Ratoncito quedó inmóvil, sujetándose con su rabito a la rama con todas sus fuerzas para evitar ser visto, pues conocía de sobra a uno de los leones. Era el anterior rey de la selva que, tras perder la lucha con el gigantesco león, había cambiado su puesto de rey por un montón de heridas y cicatrices.
Lo que escuchó el pobre ratón colgado de aquella rama casi hizo que se soltara.
- Mira - contaba el antiguo rey- yo llegué a ser el rey después de llenar de miedo a todos. Tal y como me enseñó mi padre, busqué un animalillo miedoso y solitario, alguien sin amigos que no se atreviera a buscar ayuda, y lo castigué para mostrar mi fuerza y mi crueldad. Tuve suerte, porque en esta selva hay un ratoncillo perfecto para eso, que además llora mucho y se llena de rabia, así que también era muy divertido fastidiarle…
Tanto lloró Ratoncito en silencio, colgado de su rama, que los leones pensaron que comenzaba a llover y se marcharon. Pero luego el ratón se sintió aliviado, pues aquel león cruel había recibido su mismo castigo, y además ahora ya sabía que no lo elegían a él por mala suerte o por casualidad. Estaba claro, necesitaba nuevos amigos y aprender a controlar su miedo.
Como nada de eso se le daba bien, miró qué hacían los demás animales, y aprendió que nadie hacía amigos dedicado a sus propios asuntos con gesto triste, como solía hacer Ratoncito, sino mostrándose alegres, preocupándose por los demás y ayudándoles con sus problemas. Consiguió un aire más alegre tras horas de ensayo ante un espejo. Y encontró cómo ayudar a los demás tras descubrir que, aunque no fuera muy rápido ni muy fuerte, su tamaño y su fino oído eran de gran utilidad para muchos otros animales.
Así pudo por fin, con buenas dosis de esfuerzo y paciencia, hacer su primer amigo: un simpático mono a quien ayudó a recuperar unos plátanos. Y este, que tenía muchos y buenos amigos, le ayudó conocer a muchos otros animales y a sentirse mucho más feliz en la selva.
Desgraciadamente para el pequeño ratón, no tardó en llegar un nuevo rey que quiso volver a infundir el miedo a costa de Ratoncito. Este se había entrenado con su amigo el mono para controlar su miedo y sus gritos, pero aún así estuvo a punto de desmayarse al sentir las garras del tigre acariciando sus orejitas. Consiguió aguantar sin gritar ni llorar, y también se mantuvo tranquilo cuando el tigre lo insultó y lo empujó. El tigre se enfureció, pues no se estaba divirtiendo y se preguntaba por qué le habrían dicho que ese ratón era ideal para provocar miedo en los demás… ¡ni siquiera él parecía tenerlo! Además, los amigos del pequeñajo empezaban a llenar el lugar, y sus caras mostraban más enfado según subía el tono de las amenazas y provocaciones…
Entonces ocurrió lo impensable: un león recién llegado, viendo el poco apoyo que tenía el tigre, pensó que podría ganarse la simpatía de aquellos animales fácilmente, así que intervino para pedirle al tigre que dejara tranquilo a Ratoncito. Para sorpresa de todos el tigre le hizo caso, entre otras cosas porque ya se había convencido de que aquel ratoncillo valiente y alegre no le serviría para infundir el miedo en el resto de animales. Y aquella fue la última vez que nadie quiso abusar de Ratoncito, que lo celebró con una gran fiesta llena de amigos a la que no faltó el león salvador, con quien se mostró muy agradecido y del que terminó siendo un gran amigo.
Desde entonces, cada vez que Ratoncito ve a algún animalito convertido en el centro de los ataques y las burlas, corre a ser su amigo y le cuenta su historia para animarlo a convertirse en alguien valiente y alegre que esté siempre rodeado de buenos amigos.

Adiós a la ley de la selva (III): El mono

Cuento para prevenir los casos de bullying con los espectadoresA Mono no le caía muy simpático. Solo era un ratón egoísta, solitario y gritón. Pero aún así no se merecía lo mal que lo trataban. Y se sentía fatal por no hacer nada para impedirlo y quedarse solo mirando. Pero, ¿qué podía hacer él, un simple mono, frente a aquellos leones brutos y crueles?
Igual nunca hubiera hecho nada si no hubiera llegado a oír aquella conversación entre dos leones bajo el árbol en que descansaba. Allí fue donde el antiguo rey de la selva, muy malherido por un combate perdido, contó a un joven león que todo era parte de una estrategia para mostrar a los demás su fuerza y su poder, y que por eso siempre atacaba a animalillos miedosos y solitarios a los que nadie saldría a defender. Dijo también que lo hacía delante de otros para contagiarles el miedo y convertirlos en sus cómplices, pues nunca se atreverían a reconocer que habían estado allí si no habían hecho nada para impedirlo.
Mono se revolvió de rabia en su árbol, porque él podría ser muchas cosas, pero nunca cómplice de aquellos malvados. Así que ese día decidió que haría cuanto pudiera para acabar con el reinado del terror. Por supuesto, no pensaba pegarse con ningún león: tendría que usar su inteligencia.


Lo primero que pensó para ponérselo difícil al león fue evitar que hubiera en la selva animalillos solitarios, así que buscó la forma de hacerse amigo del ratón. Le costó un poco, porque era un tipo huraño y poco hablador, pero encontró la excusa perfecta cuando escondió unos plátanos entre unas piedras a las luego no podía llegar. El ratón tenía el tamaño perfecto y accedió a ayudarle, y luego el mono pudo darle las gracias de mil maneras. De esta forma descubrió Mono que el ratón no era un tipo tan raro, y que solo necesitaba un poco de tiempo para hacer amigos. Pero una vez que fueron amigos, el ratón resultó tener un montón de habilidades y Mono no dudó en ayudarle a unirse a su grupo de amigos.
Lo segundo era vencer el miedo del ratón, así que inventó un entrenamiento para él. Comenzó por mostrarle dibujos de leones y tigres. El pobre ratón temblaba solo con verlos, pero con el tiempo fue capaz de permanecer tranquilo ante ellos. Luego fueron a ver a animales grandes pero tranquilos, como las jirafas y los hipopótamos. Cuando el ratón fue capaz de hablar con ellos e incluso subirse a sus cabezas, el mono aumentó la dificultad, y así siguieron hasta que el ratón fue lo suficientemente valiente como para acercarse a un león dormido y quedarse quieto ante él.
Por último, decidió unirse a todos los animales a quienes sabía que no les gustaba lo que hacían los leones con el ratón ni con los demás. Estos se sintieron aliviados de poder hablar de los abusos del león con otros que pensaban lo mismo. Al final, llegaron a ser tantos, y a estar tan enfadados, que una noche se unieron para castigar al rey del selva, y con la ayuda de algunos animales grandes consiguieron encerrarlo en una gran jaula mientras dormía profundamente.
Pensaba el mono que allí se acabaría todo, pero al anterior rey de la selva le sucedió un tigre aún más fuerte y cruel, que no tardó en ir a por el ratón. Este caminaba con su nuevo grupo de amigos y el tigre lo separó de ellos con muy malas maneras. A punto estuvieron de lanzarse a defender al ratón, pero aún no eran tan valientes, y se quedaron allí protestando en voz baja y poniendo mala cara.
De pronto, un joven león, que había visto lo sucedido, pensó que podría ganarse la simpatía y el respeto de aquel grupo de animales saliendo en defensa del ratón, y pidió educadamente al tigre que lo dejara tranquilo. Como el tigre no quería meterse en una pelea peligrosa, y el león no le había desafiado directamente, decidió irse de allí viendo el poco apoyo que tenía atacando a un ratón con tantos amigos.
La aparición del león le dio a Mono una gran idea, y desde aquel día Mono no hizo otra cosa que hablar a todo el mundo de la suerte que habían tenido de encontrar un león protector, y pidió al león que les ayudara a acabar con cualquier pelea. Al león le encantó aquel papel, pues Mono y su grupo de amigos le respetaban y admiraban. Además,hablaban tanto de su amabilidad y valentía a todo el mundo, que su fama se extendió y empezaron a acudir animales de todas partes para vivir en aquella selva segura en la que ya no había ataques.
Pero al tigre no le gustó nada todo aquello, y un día decidió atacar directamente al león delante de todos. El tigre era mucho más fuerte, así que el joven león tendría pocas opciones. Entonces Mono se dio cuenta de que le había llegado la hora de ser valiente, y decidió salir en defensa de su amigo el león protector.
Todos debían estar pensando lo mismo, porque en cuanto Mono dio el primer salto, los demás animales también se abalanzaron sobre el tigre, haciéndole huir humillado y dolorido. Instantes después Mono y sus amigos proclamaban al joven león como nuevo rey de aquella selva en la que habían acabado para siempre los abusos y el miedo.
Y cuando años más tarde alguno se preguntaba cómo había podido ocurrir algo así, aunque nadie sabía exactamente la respuesta, todos sabían que un sencillo mono que al principio solo miraba había tenido mucho que ver.

Carta Formal


La carta y sus elementos

1- ¿Sabes qué es una carta?
Una carta es un medio de comunicación escrito por un emisor (remitente) enviada a un receptor (destinatario).
Normalmente, el nombre y la dirección del destinatario aparecen en el anverso del sobre. El nombre y la dirección del remitente aparecen en el reverso del mismo (en el caso de sobres manuscritos) o en el anverso (en los sobres preimpresos). Existen cartas sin remitente, en las que no está anotada la dirección de quien envía la carta, bien por olvido o por omisión consciente del remitente.
La carta puede ser un texto distinto para cada ocasión, ya que el mensaje es siempre distinto. En ese sentido, sólo en parte puede considerarse texto plenamente expositivo.


2- Estilo de la carta
El estilo de la carta debe ser adecuado para el receptor y entendible:
- Formal, si se trata de asuntos oficiales, públicos o de negocios; Es una carta dirigida a una persona que no conocemos o con quien no tenemos amistad. Es generalmente más breve, porque quien escribe tiene la intención de ser más preciso y concreto con lo que quiere decir.

- Coloquial o informal, si se dirige a familia o amigos y se usa un lenguaje coloquial que ambos entiendan; Es informal porque la relación es de confianza.

- Familiar, que podría ser un derivado de la anterior, con la única diferencia de que ésta es específicamente para familiares.

- Extremadamente formal, en estos casos se nota una distancia aun mayor con el receptor. Además, al momento de colocar a quién se dirige la carta debe ponerse: Señor/Señora (su cargo. Ej.: Directora de la Institución) Don/Doña (Nombre y Apellido).


3- Partes de la carta
Usualmente, una carta se compone de cuatro partes: encabezado (lugar y fecha; Destinatario); el cuerpo de la carta; despedida y firma. A veces se agrega una postdata.
Postdata: se agrega cuando se ha olvidado decir algo en el cuerpo de la carta.
Veamos un ejemplo de una carta informal:


3.1- Partes de una carta formal
Las cartas formales, en particular las cartas comerciales, cuentan con los siguientes conceptos:
- Encabezado: nombre, dirección y fecha del día y lugar al que se dirige.
- Saludo: personal o consolidado en fórmulas establecidas.
- Cuerpo: exposición del asunto con los temas pertinentes.
- Despedida: el nombre en la parte inferior de la carta.
- Firma clara.

La carta también se compone de:
- Membrete: nombre, dirección, teléfono y ciudad de la empresa que la escribe (remitente).
- Fecha: ciudad, entidad federativa, día, mes y año en que se expide la carta
- Domicilio: nombre, dirección, ciudad y código postal de la persona a quien se dirige la carta (destinatario).
Vocativo: expresión de cortesía que une al firmante con el destinatario.
Texto: exposición del asunto que motiva la carta.
Despedida: expresión de cortesía que da término a la carta.
Antefirma: razón social o denominación de la casa.
Firma: nombre completo del remitente y su rúbrica.
- Referencias finales: iniciales, mayúsculas y minúsculas respectivamente, de la persona que dicta y de quien tipea la carta.
- Otros datos: indicaciones de los anexos que se envían o el nombre de las personas a quienes se remite copia del documento. Estas anotaciones se hacen al calce y antes de las referencias finales.
- Oyente: quien es el que recibe el mensaje.
- Remitente: es quien envía la carta.

4- El Sobre
Para enviar una carta es necesario disponer de un sobre. En él hay que escribir algunos datos importantes para que esta llegue a su destino. Observa el siguiente esquema:


4.1- Destinatario
En esta parte debes escribir el nombre de la persona a quien está dirigida la carta 
4.2- La dirección
Irá hacia la derecha y en la parte de abajo del sobre. Además debes indicar la localidad del domicilio.

4.3- El remitente
Es quién envía la carta.  Se pondrá en la solapa posterior del sobre. También debes indicar el domicilio del remitente y la localidad desde la que se envía.
4.4- El sello postal  o estampilla
Va en la parte superior derecha.


5-  ¡Escribamos una carta!
- Para escribir una carta lo primeo que debes hacer es planificar el texto que deseas escribir. Para ello puedes utilizar el siguiente cuadro:
- Luego debes seguir el modelo descrito en el punto 3.
- Ahora que ya sabes qué decir y cómo hacerlo, ¡escribe una carta a algún ser querido!

jueves, 22 de enero de 2015

Estructura y características de la obra de teatro

El teatro es una obra de expresión literaria que su objetivo es expresar a través de los sentimientos: una situación, una problemática de la vida cotidiana.
El teatro se clasifica en:
DRAMA
PERSONAJES
EL ESCENARIO
EL PÚBLICO.

En el teatro se expresa una infinidad  de situaciones de interés hacia el público. El guión es un escrito que contiene la indicaciones de todo aquello que la obra requiere para ser puesta en escena abarca tanto los aspectos literarios, los parlamentos.
Algunos conceptos básicos.
Comedia: obra de tema, tono y final divertido y alegre.
Drama: su temática y sucesos son tristes; los personajes sufren por  sus deseos y conflictos.
Tragedia: los personajes son victimas del destino y de las circunstancias, el dolor y los acontecimientos son mas intensos para la vida del protagonista que enfrentan con violencia la muerte.
Entre mes: breve obra teatral que se representaba en el intermedio de una obra larga en el siglo XVII sus argumentos son sencillos y graciosos.
Sainete: pieza teatral de un acto, es de carácter popular y muy divertido.
Farsa: obra breve y cómica en la cual se representa la realidad tratando de  acentuar sus asuntos incoherentes en la historia, los actores pueden improvisar en determinado momento.
Melodrama. Se le llama así a la obra dramática que mezcla elemento cómicos, alegres, y musicales con otros de carácter triste, es muy utilizado por la radio y televisión.
Una vez elegido el género es armar el siguiente guión teatral, para ello hay que tener en cuenta las tramas es decir, la manera en que se va a estructurar la historia. Primero debe incluirse la presentación de la historia conformada por sucesos que muestra el mundo de los personajes y crea la curiosidad por saber como ocurren las hechos, luego van los acontecimientos que realizan los personajes con los cuales se intensifican el conflicto y el enfrentamiento y finalmente se de el desenlace que puede ser a veces catastrófico o cómico.
Cuando ya tienen el tema los personajes y la trama deben tener un género teatral en el que se desarrollara la historia presentada
Cuantos actos y escenas tendrán la obra.
Cuales acotaciones será preciso explicitar.
Como se será la caracterización si por medio de sus acciones, diálogos, vestuario o actitudes
Términos de definiciones del teatro:
  • Acto. En obras largas, generalmente la división en actos se hace corresponder de los cortes de la trama; inicio, conflicto o clímax y desenlace, cada acto se compone del número necesario de escenas para dar claridad y agilidad a una parte completa de la historia.
  • Adaptación: arreglo propio de la obra de otro autor, este término se refiere que debe hacerse a un texto para que funcione efectivamente en otra situación comunicativa.
  • Caracterización. Proceso de identificación de cualidades o propiedades de los personajes para hacerlos fácilmente reconocibles se integra por rasgos morales, afectivos, sociales.
  • Diálogo: conversación entre dos o más personajes es fundamental en las obras dramáticas y cinematográficas.
  • Escena. Actualmente se considera que es una división que se hacen la obra de teatro en función del ambiente.
  • Estenografía: recordaras que se emplea en la representación teatral sirve para ocupar el lugar  que se desarrolla la historia.
  • Intermedio. Pausa de una representación teatral puede servir para hacer cambios de escenografía.

10 Ejemplos de Oraciones Adverbiales

 Las oraciones son una palabra o pueden ser también un grupo de palabras que se unen para expresar una idea.
Las oraciones adverbiales son un tipo de oraciones subordinadas que tienen la característica de ser el complemento circunstancial del verbo principal.
Las oraciones adverbiales se clasifican en dos tipos que son:
  • Las propias: que llevan a cabo la función de adverbios y por lo consiguiente pueden sustituirse por uno de éstos.
  • Las impropias: que no se pueden sustituir por un adverbio.
Las oraciones adverbiales van unidas por una conjunción subordinante que funciona como nexo que pueden ser:
  • Porque
  • Como
  • Cuando
  • Donde
  • Tanto que
  • Aunque
  • Hasta donde
  • Si
  • Aunque
  • Para que

10 ejemplos de oraciones adverbiales:

Las oraciones adverbiales se remarcan en azul para su mayor comprensión.
  1. José se puso triste porque rompió su globo.
  2. María hizo la tarea como le dijo la maestra.
  3. Inés se sorprendió cuando nos vio.
  4. Si te lo propones lo lograrás.
  5. Aunque no me creas te amo.
  6. Ponlo donde lo encontraste.
  7. Saldrás a jugar cuando termines la tarea.
  8. Me gusta la sandía más que el melón.
  9. Dame eso para que te ayude.
  10. Sé que lo lograré aunque parezca imposible.

La princesa y el frijol



Había una vez...
...Un príncipe que quería casarse con una princesa, pero pretendía una princesa como la que él había imaginado en sueños. Por lo que se dedicó a buscarla por el mundo entero, aunque inútilmente, ya que a todas las que le presentaban les hallaba algún defecto. Princesas había muchas, pero nunca podía estar seguro de que lo fuesen de veras: siempre había en ellas alguna cosa que le disgustaba. Así que regresó a casa lamentando no haber encontrado la princesita que él andaba buscando, pues ¡deseaba tanto una verdadera princesa!
Llegó una noche en que se desató una tormenta muy fuerte, en que pululaban los rayos y los truenos y la lluvia caía a cántaros. En medio de la terrible tempestad, tocaron a la puerta de la ciudad, y el viejo rey fue a abrir en persona.
En el umbral había una princesa. Pero, ¡santo cielo, cómo se había puesto con el mal tiempo y la lluvia! El agua le chorreaba por el pelo y las ropas, se le colaba en los zapatos y su estado era deplorable. A pesar de esto, ella insistía en que era una princesa real y verdadera.
"Bueno, eso lo sabremos muy pronto", pensó la vieja reina.
Y, sin decir una palabra, se fue a su cuarto, quitó toda la ropa de la cama y puso un frijol sobre el bastidor; luego colocó veinte colchones sobre el frijol, y encima de ellos, veinte almohadones hechos con las plumas más suaves que uno pueda imaginarse. Allí tendría que dormir toda la noche la princesa.
A la mañana siguiente le preguntaron cómo había dormido.
–¡Oh, terriblemente mal! –dijo la princesa–. Apenas pude cerrar los ojos en toda la noche. Estaba muy incómoda ¡Vaya usted a saber lo que había en esa cama! Me acosté sobre algo tan duro que amanecí llena de cardenales por todas partes. ¡Fue sencillamente horrible!
Oyendo esto, todos comprendieron enseguida que se trataba de una verdadera princesa, ya que había sentido el frijol nada menos que a través de los veinte colchones y los veinte almohadones. Sólo una princesa podía tener una piel tan delicada.
Y así el príncipe se casó con ella, seguro de que la suya era toda una princesa verdadera. Y el frijol fue enviado a un museo, donde está exhibido todavía, salvo que alguien se lo haya robado.
Y no pueden negar que este fue un verdadero cuento, ¿Verdad?

Alibaba y los 40 ladrones

Alibaba y los 40 ladrones
Alí Babá era un pobre leñador que vivía con su esposa en un pequeño pueblecito dentro de las montañas, allí trabajaba muy duro cortando gigantescos árboles para vender la leña en el mercado del pueblo.
Un día que Alí Babá se disponía a adentrarse en el bosque escuchó a lo lejos el relinchar de unos caballos, y temiendo que fueran leñadores de otro poblado que se introducían en el bosque para cortar la leña, cruzó la arboleda hasta llegar a la parte más alta de la colina.

















Una vez allí Alí Babá dejó de escuchar a los caballos y cuando vio como el sol se estaba ocultando ya bajo las montañas, se acordó de que tenía que cortar suficientes árboles para llevarlos al centro del poblado. Así que afiló su enorme hacha y se dispuso a cortar el árbol más grande que había, cuando este empezó a tambalearse por el viento, el leñador se apartó para que no le cayera encima, descuidando que estaba al borde de un precipicio dio un traspiés y resbaló ochenta metros colina abajo hasta que fue a golpearse con unas rocas y perdió el conocimiento.
Cuando se despertó estaba amaneciendo, Alí Babá estaba tan mareado que no sabía ni donde estaba, se levantó como pudo y vio el enorme tronco del árbol hecho pedazos entre unas rocas, justo donde terminaba el sendero que atravesaba toda la colina, así que buscó su cesto y se fue a recoger los trozos de leña.
Cuando tenía el fardo casi lleno, escuchó como una multitud de caballos galopaban justo hacia donde él se encontraba ¡Los leñadores! - pensó y se escondió entre las rocas.

Al cabo de unos minutos, cuarenta hombres a caballo pasaron a galope frente a Alí Babá, pero no le vieron, pues este se había asegurado de esconderse muy bien, para poder observarlos. Oculto entre las piedras y los restos del tronco del árbol, pudo ver como a unos solos pies de distancia, uno de los hombres se bajaba del caballo y gritaba: ¡Ábrete, Sésamo!- acto seguido, la colina empezaba a temblar y entre los grandes bloques de piedra que se encontraban bordeando el acantilado, uno de ellos era absorbido por la colina, dejando un hueco oscuro y de grandes dimensiones por el que se introducían los demás hombres, con el primero a la cabeza.
Al cabo de un rato, Alí Babá se acercó al hueco en la montaña pero cuando se disponía a entrar escuchó voces en el interior y tuvo que esconderse de nuevo entre las ramas de unos arbustos. Los cuarenta hombres salieron del interior de la colina y empezaron a descargar los sacos que llevaban a los lomos de sus caballos, uno a uno fueron entrando de nuevo en la colina, mientras Alí Babá observaba extrañado.
El hombre que entraba el último, era el más alto de todos y llevaba un saco gigante atado con cuerdas a los hombros, al pasar junto a las piedras que se encontraban en la entrada, una de ellas hizo tropezar al misterioso hombre que resbaló y su fardo se abrió en el suelo, pudiendo Alí Babá descubrir su contenido: Miles de monedas de oro que relucían como estrellas, joyas de todos los colores, estatuas de plata y algún que otro collar... ¡Era un botín de ladrón! Ni más ni menos que ¡Cuarenta ladrones!.
El hombre recogió todo lo que se había desperdigado por el suelo y entró apresurado a la cueva, pasado el tiempo, todos habían salido, y uno de ellos dijo ¡Ciérrate Sésamo!
Alí Babá no lo pensó dos veces, aún se respiraba el polvo que habían levantado los caballos de los ladrones al galopar cuando este se encontraba frente a la entrada oculta de la guarida de los ladrones. ¡Ábrete Sésamo! Dijo impaciente, una y otra vez hasta que la grieta se vio ante los ojos del leñador, que tenía el cesto de la leña en la mano y se imaginaba ya tocando el oro del interior con sus manos
Una vez dentro, Alí Babá tanteó como pudo el interior de la cueva, pues a medida que se adentraba en el orificio, la luz del exterior disminuía y avanzar suponía un gran esfuerzo.
Tras un buen rato caminando a oscuras, con mucha calma pues al andar sus piernas se enterraban hasta las rodillas entre la grava del suelo, de pronto Alí Babá llegó al final de la cueva, tocando las paredes, se dio cuenta que había perdido la orientación y no sabía escapar de allí.
Se sentó en una de las piedras decidido a esperar a los ladrones, para poder conocer el camino de regreso, decepcionado porque no había encontrado nada de oro, se acomodó tras las rocas y se quedó adormilado.
Mientras tanto, uno de los ladrones entraba a la cueva refunfuñando y malhumorado, pues cuando había partido a robar un nuevo botín se dio cuenta de que había olvidando su saco y tuvo que galopar de vuelta para recuperarlo, en poco tiempo se encontró al final de la sala, pues además de conocer al dedillo el terreno, el ladón llevaba una antorcha que iluminaba toda la cueva.
Cuando llegó al lugar en el que Alí Babá dormía, el ladrón se puso a rebuscar entre las montañas de oro algún saco para llevarse, y con el ruido Alí Babá se despertó.
Tuvo que restregarse varias veces los ojos ya que no cabía en el asombro al ver las grandes montañas de oro que allí se encontraban, no era gravilla lo que había estado pisando sino piezas de oro, rubíes, diamantes y otros tipos de piedras de gran valor. Se mantuvo escondido un rato mientras el ladrón rebuscaba su saco y cuando lo encontró, con mucho cuidado de no hacer ruido se pegó a este para salir detrás de él sin que se enterase, dejando una buena distancia para que no fuera descubierto, pudiendo así aprovechar la luz de la antorcha del bandido.
Cuando se aproximaban a la salida, el ladrón se detuvo, escuchó nervioso el jaleo que venía de la parte exterior de la cueva y apagó la antorcha. Entonces Alí Babá se quedó inmóvil sin saber qué hacer, quería ir a su casa a por cestos para llenarlos de oro antes de que los ladrones volvieran, pero no se atrevía a salir de la cueva ya que fuera se escuchaba una enorme discusión, así que se escondió y esperó a que se hiciera de noche. No habían pasado ni unas horas cuando escuchó unas voces que venían desde fuera "¡Aquí la guardia!" - ¡Era la guardia del reino! Estaban fuera arrestando a los ladrones, y al parecer lo habían conseguido, porque se escucharon los galopes de los caballos que se alejaban en dirección a la ciudad.
Pero Alí babá se preguntaba si el ladrón que estaba con él había sido también arrestado ya que aunque la entrada de la cueva había permanecido cerrada, no había escuchado moverse al bandido en ningún momento. Con mucha calma, fue caminando hacia la salida y susurró ¡Ábrete Sésamo! Y escapó de allí.
Cuando se encontró en su casa, su mujer estaba muy preocupada, Alí Babá llevaba dos días sin aparecer por casa y en todo el poblado corría el rumor de una banda de ladrones muy peligrosos que asaltaban los pueblos de la zona, temiendo por Alí Babá, su mujer había ido a buscar al hermano de Alí Babá, un hombre poderoso, muy rico y malvado que vivía en las afueras del poblado en una granja que ocupaba el doble que el poblado de Alí Babá. El hermano, que se llamaba Semes, estaba enamorado de la mujer de Alí Babá y había visto la oportunidad de llevarla a su granja ya que este aunque rico, era muy antipático y no había encontrado en el reino mujer que le quisiera.
Cuando Alí Babá apareció, el hermano, viendo en peligro su oportunidad de casarse con la mujer de este, agarró a su hermano del chaleco y lo encerró en el almacén que tenían en la entrada de la vivienda, donde guardaban la leña. Allí Alí Babá le contó lo que había sucedido, y el hermano, aunque ya era rico, no podía perder la oportunidad de aumentar su fortuna, así que partió en su calesa a la montaña que Alí Babá le había indicado, sin saber, que la guardia real estaba al acecho en esa colina, pues les faltaba un ladrón aún por arrestar y esperaban que saliese de la cueva para capturarlo.
Sin detenerse un instante, Semes se colocó frente a la cueva y dijo las palabras que Alí Babá le había contado, al instante, mientras la puerta se abría, la guardia se abalanzó sobre Semes gritando "¡Al ladrón!" y lo capturó sin contemplaciones, aunque Semes intentó explicarles porque estaba allí, estos no le creyeron porque estaban convencidos de que el último ladrón sabiendo que sus compañeros estaban presos, inventaría cualquier cosa para poder disfrutar él solo del botín, así que se lo llevaron al reino para meterle en la celda con el resto de ladrones.
Al día siguiente Alí Babá consiguió salir de su encierro, y fue en busca de su mujer, le contó toda la historia y esta entusiasmada por el oro pero a la vez asustada acompañó a Alí Babá a la cueva, cogieron un buen puñado de oro, con el que compraron un centenar de caballos, y los llevaron a la casa de su hermano, allí durante varios días se dedicaron a trasladar el oro de la cueva al interior de la casa, y una vez habían vaciado casi por completo el contenido de la cueva, teniendo en cuenta que su hermano estaba preso y que uno de los ladrones estaba aún libre se pusieron a buscarlo. Tardaron varios días en dar con él, ya que se había escondido en el bosque para que no le encontraran los guardias, pero Alí Babá conocía muy bien el bosque, y le tendió una trampa para cogerle. Así que lo ató al caballo y lo llevo al reino, donde lo entregó a cambio de que soltaran a su hermano, este, enfadado con Alí Babá por haberle vencido cogió un caballo y se marchó del reino.
Alí Babá ahora estaba en una casa con cien caballos, que le servirán para vivir felizmente con su mujer, y decidió asegurarse de que los ladrones jamás intentasen robarle su tesoro, así que repartió su fortuna en muchos sacos pequeños y le dio un saquito a cada uno de los habitantes del pueblo, que se lo agradecieron enormemente porque así iban a poder mejorar sus casas, comprar animales y comer en abundancia.
Así fue como Alí Babá le robó el oro a un grupo de ladrones que atemorizaban su poblado, repartió sus riquezas con el resto de habitantes y echó a su malvado hermano del pueblo, pudiendo dedicarse por entero a sus caballos y no teniendo que trabajar más vendiendo leña.
Se dice hoy que cuando Alí Babá sacó todo el oro de la cueva, esta se cerró y no se pudo volver a abrir.

Carteles de vocales









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domingo, 11 de enero de 2015

¿Qué es el bullying?

El Bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y constante que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo. El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y puede provocar la exclusión social de la víctima.
 

Tipos de Bullying

 • Físico: Empujones, patadas, agresiones con objetos, etc.
• Verbal: Insultos y apodos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc. Es el más habitual.
• Psicológico: Minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor. • Social: Pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
 Características del bullying

El bullying puede tener como autores tanto a individuos como a grupos.
Se caracteriza por un proceder sistemático y estratégico.
Suele extenderse por un periodo más o menos prolongado.
El bullying es un proceso de represión de problemas.
Sus víctimas se sienten en desventaja y se consideran las culpables de la situación
Puede tener lugar tanto de forma directa como indirecta(a través de agresiones físicas o psíquicas, o de intriga)‏
Acechar y espiar en el camino de la escuela a casa, perseguir, echar, dar puñetazos o codazos, empujar y propinar palizas.
Marginarlo de la comunidad escolar o clase.
Inventar rumores y mentiras.
Juego sucio en el deporte y tender trampas.
Reírse del otro, hacer comentarios hirientes sobre él.
Burlarse, mofarse continuamente, tratar con sobrenombres.

Roles o Participantes del Bullying

 
• Agresor ´
• Víctima
• Observadores
 Agresor: Suelen ser fuertes físicamente, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas. Se pueden distinguir tres tipos de acosadores:
Acosador intelectual: Es aquel que con buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que cumplan sus órdenes
Acosador poco inteligente: Es aquel que manifiesta un comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo.
Acosador victima: Es aquel que acosa a compañeros más jóvenes que él y es a la vez acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia casa.
 La Victima: Suelen ser niños tímidos, inseguros, mantienen una excesiva protección de los padres, menos fuertes físicamente, etc. Existen dos tipos de víctima: Victima pasiva: Suele ser débil físicamente e insegura, por lo que resulta un objetivo fácil para el acosador. Otras características de las víctimas pasivas serían: escasa autoestima, ausencia de amigos, depresión, aunque algunos de estos rasgos podrían ser consecuencia del acoso. Victima provocadora: Suele tener un comportamiento molesto e irritante para los demás . En ocasiones, sus iguales les provocan para que reaccionen de manera inapropiada, por lo que el acoso posterior que sufren podría llegar a parecer justificado.
 

Una víctima de Bullying se reconoce por:

 
• Sus faltas frecuentes a clase.
• Poco a poco baja su rendimiento escolar.
• Su pereza, cansancio, tristeza.
• En el trabajo en equipo, siempre se le deja solo
• Viene con golpes o heridas del recreo.
• Se pone nervioso al participar en clase.
• Murmullos, risas por lo bajo, cuando un alumno entra en clase o contesta a una pregunta

Indicadores de acoso escolar:

Agresor
• Haber sido recriminado más de una vez por peleas con sus iguales.
• Prepotente y dominante con hermanos y amigos.
• Falta de cumplimiento de las normas, burlarse de sus iguales
• Ausencia de empatía con el sufrimiento de los demás.
• Hablar despectivamente de algún chico/a de su clase.
Consecuencias del Bullying
En las víctimas:
• Baja autoestima.
• Ansiedad.
• Depresión.
• Fobia escolar.
• Intento de suicidio.
• Tú no tienes la culpa de ser agredido.
• No tienes que hacer frente a esta situación tú solo.
• Recuerda que es el agresor quien tiene un problema, no tú.
• Trata a los demás como quieres que te traten a ti. Ayuda al que lo necesite y así, cuando tú necesites ayuda, te ayudarán.
 
 Consejos para padres

Los padres deben estar atentos a los siguientes aspectos, que pueden ser indicios de que su hijo está siendo víctima del acoso escolar:
 
• Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
• Tristeza, llantos o irritabilidad.
• Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
• Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos…
• Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.
• Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.
• No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
• No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
• Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
• Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.
Consejos para educadores de niños que sufren Bullying
 

Los profesores deben estar atentos a:

 
• La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
• Las “pintadas” en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen habitualmente).
• La no participación habitual en salidas de grupo.
• Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o alumnas.
• Las faltas constantes a clase, ya que pueden indicar que no quieren acudir a clase por miedo.
• Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o aspecto físico.
• Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado…
• Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que pierde su material escolar.
• Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente…
• Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
• Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moretones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica; ropa rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen…
• Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
• Accesos de rabia extraños.
• Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y aumento del fracaso.
• Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.
 En los agresores:
• Delincuencia.
• Violencia de género.
• Violencia doméstica.
• Perdida de la libertad.
 En los espectadores:
• Insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno.
• Cómo enfrentar la intimidación y maltrato entre alumnos Los chicos y chicas deben saber que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie puede abusar de ellos ni física, ni psicológicamente, ni sexualmente.
• Deben conocer que actitudes y conductas no tienen que permitir en sus relaciones con los iguales y las personas adultas.
Consejos para los estudiantes testigos del Bullying
Si estás siendo testigo de las agresiones de algunos compañeros hacia otro, debes tener en cuenta los siguientes consejos:
• Si alguno de los presente dice algo como “¡Basta ya!”,en la mitad de los casos, las acciones violentas cesan. Es difícil de hacer, pero estar ahí y no hacer nada es igual que aprobar la agresividad.
• Si sientes que no puedes decir nada, vete del sitio y díselo al adulto más cercano. Haz que vaya a ayudar.
• Si ves que alguien sufre una y otra vez agresiones, puedes hacer algo para terminar esa situación.
• Si el colegio tiene algún tipo de programa para informar de agresiones, como un teléfono o un buzón, utilízalo. Puedes hacerlo de forma anónima.
• Intenta conseguir que la víctima se lo cuente a sus padres o a los profesores. Ofrécete a ir con él o ella si crees que eso puede ayudarle.
• Si el acosado no quiere hablar con nadie, ofrécete para hablar con alguien en su nombre.
• Involucra a tanta gente como puedas, incluso a otros amigos y compañeros de clase.
• No uses la violencia contra los agresores ni trates de vengarte por tu cuenta. Consejos para las víctimas del Bullying
• Si estás siendo víctima de agresiones (físicas o verbales) por parte de alguno o algunos de tus compañeros, aquí tienes algunos consejos sobre lo que puedes hacer para acabar con esa situación:
• Ignora al agresor, haz como si no lo oyeras. Ni siquiera le mires.
• No llores, ni te enfades, ni muestres que te afecta. Eso es lo que el agresor pretende, así que no le des esa satisfacción. Más tarde podrás hablar o escribir sobre tus reacciones y lo que sentiste en ese momento.
• Responde al agresor con tranquilidad y firmeza. Di por ejemplo: “No, eso es sólo lo que tú piensas”.
• Si puedes, intenta ironizar o tratar con humor lo que te diga. Por ejemplo, si te dice “¡qué camisa más fea!” , puedes responder “gracias, me alegro de que te hayas dado cuenta”.
• Aléjate o corre si es necesario, si crees que puede haber peligro. Aléjate de la situación. Vete a un sitio donde haya un adulto.
• Si eres una víctima constante de los agresores, lo más importante que tienes que hacer es hablar con un adulto. Comienza con tus padres. Eso no es acusar, es pedir ayuda a las personas que te quieren cuando la necesitas. Intenta que tus padres hablen con alguien del colegio, pero no con los padres de los agresores.
• Si sientes que no se lo puedes contar a tus padres o que ellos no pueden ayudarte, habla con otro adulto en quien confíes, como un profesor o el director del colegio. Si no quieres hablar de ello con nadie a solas, pídele a un amigo o hermano que te acompañe. Te ayudará llevar a alguien que te haya visto cuando te agreden.
• Deja claro al adulto que la situación te afecta profundamente, sobre todo si eres víctima de agresiones verbales, ya que a veces los adultos no las consideran importantes y, sin embargo, son las que más daño pueden hacer.
• Si sientes que no puedes decir nada a nadie, trata de escribir una carta explicando lo que te pasa. Dásela a un adulto en quien confíes y guarda una copia para ti.

Y RECUERDA


• Tú no tienes la culpa de ser agredido.
• No tienes que hacer frente a esta situación tú solo.
• Recuerda que es el agresor quien tiene un problema, no tú.
• Trata a los demás como quieres que te traten a ti. Ayuda al que lo necesite y así, cuando tú necesites ayuda, te ayudarán.

 

 Consejos para padres

Los padres deben estar atentos a los siguientes aspectos, que pueden ser indicios de que su hijo está siendo víctima del acoso escolar:

 
• Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
• Tristeza, llantos o irritabilidad.
• Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
• Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos…
• Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.
• Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.
• No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
• No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
• Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
• Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.
Consejos para educadores de niños que sufren Bullying
 Los profesores deben estar atentos a:
 • La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
• Las “pintadas” en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen habitualmente).
• La no participación habitual en salidas de grupo.
• Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o alumnas.
• Las faltas constantes a clase, ya que pueden indicar que no quieren acudir a clase por miedo.
• Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o aspecto físico.
• Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado…
• Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que pierde su material escolar.
• Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente…
• Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
• Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moretones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica; ropa rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen…
• Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
• Accesos de rabia extraños.
• Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y aumento del fracaso.
• Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.
Carlitos y Yo

PARA MI NIETO ERIC CON CARIÑO

Un acto de magia

Bambi y Tambor

Bambi y Tambor

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"EL TESORO DEL SABER"

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