jueves, 17 de diciembre de 2009

LABERINTOS...


ENCUENTRA EL CAMINO QUE DEBE SEGUIR MICKEY ........


Imprime y encuentra las palabras


Encuentra el nombre de todos los animales

miércoles, 16 de diciembre de 2009

domingo, 13 de diciembre de 2009

REPITE RAPIDAMENTE....


Han dicho que he dicho un dicho,

tal dicho no lo he dicho yo.

Porque si yo hubiera dicho el dicho,

bien dicho habría estado el dicho

por haberlo dicho yo.


Cómo quieres que te quiera

si el que quiero que me quiera

no me quiere como quiero que me quiera.

lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Por qué brillan las estrellas?
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Había una vez un niño de siete años de edad, que vivía con su padre en una remota población rodeada por grandes montañas. Todas las mañanas después de tomar el desayuno acompañaba a su padre hasta la carpintería, mientras este se dedicaba a cortar la madera para fabricar las sillas, Carlitos se sentaba en el piso a dibujar en hojas de papel, imaginarios paisajes, siendo su tema favorito crear estrellas de todos los tamaños y colores. Una tarde mientras reposaban sentados en las sillas del corredor de la casa, Carlitos le ensenó los dibujos a su padre, quien muy sorprendido le pregunto:
¿Hijo que paisajes tan bonitos y que estrellas tan preciosas, quién te ensenó a dibujar?.

El niño mirándolo sonríe y responde:

-¡Un amigo secreto que se presenta todas las noches en mìs sueños papi!.

Intrigado por la respuesta, el padre continua preguntado:

-¿Cómo se llama ese amigo secreto hijo?.

Carlitos nuevamente le dice:
-¡El no me ha dicho su nombre papi, pero en el sueño me agarra la mano y me señala las estrellas!....terminada la conversión el padre de Carlitos visita la iglesia y decide hablar con el Sacerdote sobre el significado del extraño sueño de su hijo, al final de la charla el Cura le recomienda lo siguiente:
-¡Bueno señor no se preocupe, es muy común que a esa edad, los niños tengan amigos imaginarios, pero sin embargo le recomiendo que hable con él, dígale que las estrellas brillan en el cielo porque son una señal que Dios les esta enviando a todos los hombres de la tierra, para iluminarles el camino en esta vida!.

El padre de Carlitos regresa a la casa y esa noche después de la cena, se sientan en el patio de la casa y mirando el cielo lleno de estrellas le dice:

-¡hijo ya que siempre me preguntas por que brillan las estrellas y siempre las ves en tus sueños, te diré que ellas significan una luz que dios les esta enviando a todos los hombres de la tierra para iluminarles el camino en esta vida!.

Carlitos con cara de inocencia, se queda mirando a su padre y agarrándole la mano le dice:

papi sabes una cosa, anoche nuevamente soné y vi las estrellas más grandes y hermosas de mí vida y el señor imaginario se me acercó y me dijo al oído, que esas estrellas que brillaban de una manera tan especial, eran las lágrimas de mí madre que esta en el cielo y como no puede jugar conmigo llora de tristeza, en ese momento comprendí por que brillan las estrellas!.

Ante aquellas palabras tan tiernas e inocentes, el hombre abrazó a su pequeño hijo y le dijo:

-¡Hijo tiene mucha razón tu amigo imaginario, yo se que tu madre nos quiere mucho y desde el cielo nos esta protegiendo, iluminando nuestro camino con miles de estrellas!.

A partir de aquel día, Carlitos se sentaba largas horas a mirar las estrellas que iluminaban el cielo y en ciertas ocasiones su padre al regresar del trabajo, lo encontraba profundamente dormido sobre la silla.

Manuel Ibarra

martes, 24 de noviembre de 2009

LA VENDEDORA DE FÓSFOROS.


Qué frío tan atroz! Caía la nieve, y la noche se venía encima. Era el día de Nochebuena. En medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnudos.

Tenía, en verdad, zapatos cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo. Eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado: tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.

La niña caminaba, pues, con los piececitos desnudos, que estaban rojos y azules del frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas docenas de cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra. Era muy mal día: ningún comprador se había presentado, y, por consiguiente, la niña no había ganado ni un céntimo. Tenía mucha hambre, mucho frío y muy mísero aspecto. ¡Pobre niña! Los copos de nieve se posaban en sus largos cabellos rubios, que le caían en preciosos bucles sobre el cuello; pero no pensaba en sus cabellos. Veía bullir las luces a través de las ventanas; el olor de los asados se percibía por todas partes. Era el día de Nochebuena, y en esta festividad pensaba la infeliz niña.


Se sentó en una plazoleta, y se acurrucó en un rincón entre dos casas. El frío se apoderaba de ella y entumecía sus miembros; pero no se atrevía a presentarse en su casa; volvía con todos los fósforos y sin una sola moneda. Su madrastra la maltrataría, y, además, en su casa hacía también mucho frío. Vivían bajo el tejado y el viento soplaba allí con furia, aunque las mayores aberturas habían sido tapadas con paja y trapos viejos. Sus manitas estaban casi yertas de frío. ¡Ah! ¡Cuánto placer le causaría calentarse con una cerillita! ¡Si se atreviera a sacar una sola de la caja, a frotarla en la pared y a calentarse los dedos! Sacó una. ¡Rich! ¡Cómo alumbraba y cómo ardía! Despedía una llama clara y caliente como la de una velita cuando la rodeó con su mano. ¡Qué luz tan hermosa! Creía la niña que estaba sentada en una gran chimenea de hierro, adornada con bolas y cubierta con una capa de latón reluciente. ¡Ardía el fuego allí de un modo tan hermoso! ¡Calentaba tan bien!


Pero todo acaba en el mundo. La niña extendió sus piececillos para calentarlos también; más la llama se apagó: ya no le quedaba a la niña en la mano más que un pedacito de cerilla. Frotó otra, que ardió y brilló como la primera; y allí donde la luz cayó sobre la pared, se hizo tan transparente como una gasa. La niña creyó ver una habitación en que la mesa estaba cubierta por un blanco mantel resplandeciente con finas porcelanas, y sobre el cual un pavo asado y relleno de trufas exhalaba un perfume delicioso. ¡Oh sorpresa! ¡Oh felicidad! De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos. Pero la segunda cerilla se apagó, y no vio ante sí más que la pared impenetrable y fría.

Encendió un nuevo fósforo. Creyó entonces verse sentada cerca de un magnífico pesebre: era más rico y mayor que todos los que había visto en aquellos días en el escaparate de los más ricos comercios. Mil luces ardían en los arbolillos; los pastores y zagalas parecían moverse y sonreír a la niña. Esta, embelesada, levantó entonces las dos manos, y el fósforo se apagó. Todas las luces del nacimiento se elevaron, y comprendió entonces que no eran más que estrellas. Una de ellas pasó trazando una línea de fuego en el cielo.

-Esto quiere decir que alguien ha muerto- pensó la niña; porque su abuelita, que era la única que había sido buena para ella, pero que ya no existía, le había dicho muchas veces: "Cuando cae una estrella, es que un alma sube hasta el trono de Dios".


Todavía frotó la niña otro fósforo en la pared, y creyó ver una gran luz, en medio de la cual estaba su abuela en pie y con un aspecto sublime y radiante.

-¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando se apague el fósforo, sé muy bien que ya no te veré más! ¡Desaparecerás como la chimenea de hierro, como el ave asada y como el hermoso nacimiento!

Después se atrevió a frotar el resto de la caja, porque quería conservar la ilusión de que veía a su abuelita, y los fósforos esparcieron una claridad vivísima. Nunca la abuela le había parecido tan grande ni tan hermosa. Cogió a la niña bajo el brazo, y las dos se elevaron en medio de la luz hasta un sitio tan elevado, que allí no hacía frío, ni se sentía hambre, ni tristeza: hasta el trono de Dios.

Cuando llegó el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena! El sol iluminó a aquel tierno ser acurrucado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.

-¡Ha querido calentarse la pobrecita!- dijo alguien.

Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de qué resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.

- HANS CHRISTIAN ANDERSEN -

martes, 3 de noviembre de 2009

TRADICIONES MEXICANAS.


Miles de mexicanos se dan cita en todos los panteones del país para lavar las tumbas, llevar flores y recordar con música a los seres queridos que ya no están con ellos.

DIA DE MUERTOS

El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.

Es una festividad mexicana y centroamericana, se celebra también en muchas comunidades de Estados Unidos , donde existe una gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado esta festividad como Patrimonio de la Humanidad.

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles.

Hay registro de celebraciones en las etnias Mexica, Maya, Purépecha, Náhuatl y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años.

En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

El festival que se convirtió en el Día de Muertos era conmemorado el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes completo.

Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos.
Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos

EL SASTRECILLO VALIENTE

Esta es la historia de un sastre que vivía en el cuarto piso de un edificio.
Cierto día estaba trabajando cuando escuchó la voz de una mujer en la calle.
-¡Vendo mermelada fresca!

El sastrecillo asomó la cabeza por la ventana y le hizo señas a la vendedora para que subiera.

-Ven, buena mujer, te compraré mermelada. La mujer subió las escaleras con su pesada cesta hasta la vivienda del sastre.

Después de abrir y oler uno por uno todos los frascos de mermelada, el sastrecillo dijo:

-Quiero tres cucharadas de ésta.La mujer se molestó con el sastrecillo por la insignificante cantidad de mermelada que le iba a comprar. Sin embargo, le dio sus tres cucharadas y se marchó.

El sastrecillo cortó una rebanada de pan y luego le untó la mermelada."Comeré tan pronto como termine esta camisa", pensó. En poco tiempo, el dulce de la mermelada atrajo a las moscas.

-¡Fuera de aquí! -gritó el sastrecillo, pero las moscas seguían zumbando alrededor de su pan.Enfurecido, tomó un pedazo de tela y de un golpe mató a siete moscas.

El sastrecillo exclamó orgulloso:-¡Siete de un solo golpe!

El mundo entero debe enterarse de esto.Entonces decidió fabricarse un cinturón de cuero en donde decía: SIETE DE UN SOLO GOLPE.

El sastrecillo se puso el cinturón y se fue a recorrer el mundo para contar su hazaña.

Antes de partir se metió un pedazo de queso en el bolsillo, por si acaso llegaba a sentir hambre. Después de andar un rato, vio un pájaro en un árbol. Sin saber muy bien por qué, se lo metió también en el bolsillo.

Caminando por el bosque se encontró con un gigante de aspecto temible.

-Voy por el mundo en busca de fortuna -dijo el sastrecillo-.

¿Te gustaría venir conmigo?

-Tú no eres más que un pobre diablo -contestó el gigante riendo.

El sastrecillo se sintió bastante ofendido, y le dijo:

-Fíjate en mi cinturón, para que veas la clase de hombre que soy.

Cuando el gigante leyó lo que decía el cinturón, pensó que el sastrecillo había matado a siete hombres. Sin embargo, le costaba trabajo creer que alguien tan pequeño pudiera ser tan fuerte. Entonces decidió ponerlo a prueba.

El gigante recogió una roca y la apretó hasta sacarle agua.

-A ver si puedes hacer eso -retó el gigante al sastrecillo.

El sastrecillo sacó el pedazo de queso que tenía en el bolsillo y lo apretó hasta que le sacó suero. El gigante no quedó muy convencido; entonces decidió lanzar la piedra tan lejos como pudo.

-¿Y qué me dices de eso? -preguntó el gigante.

-No está mal -dijo el sastrecillo-. Pero vi que la piedra cayó de nuevo al suelo.El sastrecillo sacó entonces el pájaro que se había metido en el bolsillo y lo soltó.

El pájaro, feliz de verse nuevamente libre, voló hasta perderse de vista. El gigante, señalando un roble enorme dijo:

-Bueno, si eres tan fuerte ayúdame a cargar este árbol


-De acuerdo -dijo el sastrecillo-. Tú llevas el tronco y yo me encargo de la parte más ancha del árbol, que por supuesto es más pesada.El gigante empezó a caminar, sin darse cuenta de que el sastrecillo iba montado en las ramas.

El sastrecillo iba muy cómodo en la copa del árbol y pronto empezó a quedarse dormido. Sin embargo, al cabo de un rato, se despertó al escuchar que el gigante decía:

-Estoy agotado. Necesito descansar un momento.

El sastrecillo saltó rápidamente al suelo y agarró una rama, para hacerle creer al gigante que había estado cargando el árbol todo el tiempo.

-Veo que no eres tan fuerte como dices -dijo el sastrecillo.

El gigante y el sastrecillo siguieron caminando hasta que se encontraron con un árbol cargado de cerezas. Las frutas maduras estaban en la parte alta del árbol, así que el gigante se apoyó en el tronco para doblarlo y permitirle al sastrecillo alcanzar unas cuantas.

Cuando el sastrecillo agarró una rama, el gigante soltó el tronco y el árbol se enderezó. El sastrecillo voló por los aires.
-Ni siquiera puedes sostener una ramita -dijo el gigante.

-Claro que puedo -replicó el sastrecillo

Lo hice a propósito. A ver si tú puedes saltar por encima del árbol.

El gigante trató de saltar pero el pie se le enredó en una rama. En ese preciso instante pasaban por allí el rey y su séquito.

-¿Qué sucede aquí? -preguntó el rey.

-Poca cosa, su Alteza -dijo el sastrecillo-. Acabo de capturar a este gigante.

El rey premió al sastrecillo con una bolsa de oro, pues desde hacía tiempo el gigante venía causando molestias por los alrededores En pocos días, todos los habitantes del reino oyeron hablar del valiente sastrecillo que capturó al gigante.

De este modo, el sastrecillo ganó fama y fortuna, y vivió muy feliz.

SABIAS QUE....


Un crucigrama es un pasatiempo en el que debes completar letra a letra (una letra por cada casilla) una determinada palabra de la que se da el enunciado precedido de un número. Se indica también la posición de la palabra en el crucigrama, horizontal o vertical.


Los crucigramas son un ejercicio estupendo para tu memoria y para el desarrollo de tu inteligencia. Además del ejercicio físico es bueno que hagas, también, un poco de gimnasia mental.

Un feo pez de roca anda buscando algo.

Ayúdale a descubrirlo.

Ahora solo tienes que tomar un lápiz y seguir los puntos por el orden de los números. Verás aparecer una figura que a lo mejor no te la esperas.
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viernes, 2 de octubre de 2009

NOCHE DE BRUJAS

Las brujas despiertan


La tan esperada noche de brujas por fin había llegado , los niños se disponían a salir por sus dulces para luego reunirse a contar cuentos de terror. Pero esta vez algo especial sucedería.

En lugar de reunirse en el lugar habitual lo harían en el cementerio abandonado en las afueras del pueblo, todos estaban nerviosos pero trataban de ocultar su temor.
En el lugar la calma era tan profunda que imponía silencio. Los niños comenzaron a llegar y se sentaron formando una ronda alrededor de una lámpara que alumbraba sólo sus caras

El mayor de ellos comenzó a contar la leyenda del cementerio:
... Se dice que en este lugar fueron sepultadas tres hechiceras y que a partir de ese momento todos los años en la noche de brujas sus almas se elevan de las tumbas para atormentar a aquellos que no creen en ellas...
¿Pero... quién está haciendo ruidos? ¿Hay alguien escondido?
Todos se inquietaron , tal vez alguno de los niños mayores se había ocultado para atemorizarlos... Entonces se escucharon las doce campanadas de la iglesia repicando a la distancia...
¡ Los niños se tomaron instintivamente de las manos !
¡ La linterna cayó al suelo apagándose y el viento comenzó a soplar ! ¡ La luna se veía más grande y tenebrosa!
¡ Debemos regresar a nuestras casas esto ya ha dejado de ser gracioso ! dijo uno de ellos, y seguidamente gritó... Cielos ¿ Qué es eso?

De las tumbas parecían salir flotando extrañas y fantasmales figuras, nunca habían visto nada semejante. Querían correr pero sus piernas estaban endurecidas por el temor.

¡ Una risa estremecedora sacudió el cementerio ! ¡ Por fin los pequeños lograron reaccionar y salieron corriendo de aquel espantoso lugar !
Cuando estuvieron a salvo en sus hogares prometieron no contar a nadie lo que habían visto, pero a partir de aquella noche jamás volvieron a burlarse de los que contaban historias sobre el cementerio abandonado.
FIN

lunes, 28 de septiembre de 2009

REPITE SIN EQUIVOCARTE.....



Cuando cuentes cuentos cuentas
cuántos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.



Rasquín era un rascón
que rascaba en una risca,
con un tosco rasca risca rascador,
rasca que rasca acabó con el risco,
rasca la risca, rascó un rincón.

domingo, 27 de septiembre de 2009

BRATZ DANA

IMPRIME Y COLOREA SIGUIENDO EL MODELO DE ARRIBA.....




viernes, 25 de septiembre de 2009

sábado, 19 de septiembre de 2009

El Gran Palacio de la Mentira

Todos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira.

Los ladrillos del palacio de la verdad se creaban cada vez que un niño decía una verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo.

Lo mismo ocurría en el otro palacio, donde los duendes de la mentira construían un palacio con los ladrillos que se creaban con cada nueva mentira.

Ambos palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competían duramente porque el suyo fuera el mejor.

Tanto, que los duendes de la mentira, , enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más y más mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más ladrillos, y su palacio se fue haciendo más grande y espectacular.

Pero un día, algo raro ocurrió en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se convirtió en arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió.
Y así, poco a poco, cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos ladrillos, éstos se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo más y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta que finalmente se desmoronó.Y todos, hasta los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qué se convertirán.


Pedro Pablo Sacristan.