Bandera
La Bandera Nacional consiste en un rectángulo dividido en tres franjas verticales de medidas idénticas, con los colores en el siguiente orden a partir del asta: verde, blanco y rojo.
En la franja blanca y al centro, tiene el Escudo Nacional, con un diámetro de tres cuartas partes del ancho de dicha franja. La proporción entre anchura y longitud de la bandera, es de cuatro a siete. Podrá llevar un lazo o corbata de los mismos colores, al pie de la moharra.
Un modelo de la Bandera Nacional, autenticado por los tres poderes de la Unión, permanecerá depositado en el Archivo General de la Nación y otro en el Museo Nacional de Historia.
Antecedentes de la Bandera Nacional
Se considera a la primer bandera propia de México aquella que enarboló durante el Grito de la Independencia Miguel Hidalgo y Costilla en 1810: un pabellón de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Para 1813, las fuerzas insurgentes diseñaron otra Enseña Nacional: una Bandera de seda blanca, bordeada por una cenefa de cuadros azules y blancos, en cuyo centro se montó un Águila posada sobre un Nopal que ostentaba una Corona imperial. Circundando el Escudo se leía una leyenda en latín que rezaba: Oculis et unguibus asqué victrix, que significa "Con los ojos y las uñas, igualmente victoriosa".
Durante el Primer Imperio Mexicano, se decretó que las franjas del Lábaro Patrio debían cambiar de posición. En la franja blanca se coloco el Águila solitaria, con las alas abiertas y de frente; en tanto que la cabeza se plasmó de perfil, luciendo una corona imperial.
Posteriormente, en 1823, el Congreso Constituyente decretó que el Escudo presente en la Bandera Nacional se conformaría de acuerdo con la tradición indígena, es decir: el Águila de perfil y posada sobre un Nopal, devorando a la Serpiente y sin la corona imperial.
El Escudo Nacional fue colocado inicialmente durante el Imperio de Maximiliano, cuando se adoptó una bandera que tenía el águila colocada bajo la corona del imperio francés. Luego, Porfirio Díaz ordenó que el águila se colocara de frente y con las alas extendidas.
El escudo sería transformado nuevamente por Venustiano Carranza, quién dispuso que el Águila se colocara de perfil izquierdo y conservara las características con las que los mexicas habían concebido cuando fundaron la Gran Tenochtitlan. Adicionalmente se incluyó un lazo tricolor que significa la Unidad patriótica y ata las ramas de encino y laurel.
En 1821 fue creada la Bandera Nacional y adoptada por el EjércitoTrigarante, una vez proclamado el Plan de Iguala. Los tres colores que entonces se adoptaron, y que han venido a formar la Bandera mexicana, significaron en aquel entonces: el verde, la Independencia; el blanco, la pureza de la religión, y el rojo la unión. La realización de esa Bandera fue encomendada por Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
Desde el 24 de febrero de 1937 se conmemora públicamente el día de la Enseña ante el monumento del General Don Vicente Guerrero, que fue el primer militar mexicano que juró ante la Bandera, en el evento conocido como el abrazo de Acatempan, del 12 de marzo de 1821.
Bandera del Batallón Activo Ligero
Participó en las batallas de Pueblo Viejo el 11 de septiembre de 1829, en la del Fuerte del Álamo el 6 de marzo de 1836, en la defensa del Puerto de Veracruz el 27 de noviembre de 1838 y en la batalla de Cerro Gordo el 18 de abril de 1847.
La Bandera Nacional consiste en un rectángulo dividido en tres franjas verticales de medidas idénticas, con los colores en el siguiente orden a partir del asta: verde, blanco y rojo.
En la franja blanca y al centro, tiene el Escudo Nacional, con un diámetro de tres cuartas partes del ancho de dicha franja. La proporción entre anchura y longitud de la bandera, es de cuatro a siete. Podrá llevar un lazo o corbata de los mismos colores, al pie de la moharra.
Un modelo de la Bandera Nacional, autenticado por los tres poderes de la Unión, permanecerá depositado en el Archivo General de la Nación y otro en el Museo Nacional de Historia.
Antecedentes de la Bandera Nacional
Se considera a la primer bandera propia de México aquella que enarboló durante el Grito de la Independencia Miguel Hidalgo y Costilla en 1810: un pabellón de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Para 1813, las fuerzas insurgentes diseñaron otra Enseña Nacional: una Bandera de seda blanca, bordeada por una cenefa de cuadros azules y blancos, en cuyo centro se montó un Águila posada sobre un Nopal que ostentaba una Corona imperial. Circundando el Escudo se leía una leyenda en latín que rezaba: Oculis et unguibus asqué victrix, que significa "Con los ojos y las uñas, igualmente victoriosa".
Durante el Primer Imperio Mexicano, se decretó que las franjas del Lábaro Patrio debían cambiar de posición. En la franja blanca se coloco el Águila solitaria, con las alas abiertas y de frente; en tanto que la cabeza se plasmó de perfil, luciendo una corona imperial.
Posteriormente, en 1823, el Congreso Constituyente decretó que el Escudo presente en la Bandera Nacional se conformaría de acuerdo con la tradición indígena, es decir: el Águila de perfil y posada sobre un Nopal, devorando a la Serpiente y sin la corona imperial.
El Escudo Nacional fue colocado inicialmente durante el Imperio de Maximiliano, cuando se adoptó una bandera que tenía el águila colocada bajo la corona del imperio francés. Luego, Porfirio Díaz ordenó que el águila se colocara de frente y con las alas extendidas.
El escudo sería transformado nuevamente por Venustiano Carranza, quién dispuso que el Águila se colocara de perfil izquierdo y conservara las características con las que los mexicas habían concebido cuando fundaron la Gran Tenochtitlan. Adicionalmente se incluyó un lazo tricolor que significa la Unidad patriótica y ata las ramas de encino y laurel.
En 1821 fue creada la Bandera Nacional y adoptada por el EjércitoTrigarante, una vez proclamado el Plan de Iguala. Los tres colores que entonces se adoptaron, y que han venido a formar la Bandera mexicana, significaron en aquel entonces: el verde, la Independencia; el blanco, la pureza de la religión, y el rojo la unión. La realización de esa Bandera fue encomendada por Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
Desde el 24 de febrero de 1937 se conmemora públicamente el día de la Enseña ante el monumento del General Don Vicente Guerrero, que fue el primer militar mexicano que juró ante la Bandera, en el evento conocido como el abrazo de Acatempan, del 12 de marzo de 1821.
Bandera del Batallón Activo Ligero
Participó en las batallas de Pueblo Viejo el 11 de septiembre de 1829, en la del Fuerte del Álamo el 6 de marzo de 1836, en la defensa del Puerto de Veracruz el 27 de noviembre de 1838 y en la batalla de Cerro Gordo el 18 de abril de 1847.
Bandera de Madero
El 9 de febrero de 1913 salió de Chapultepec con esta Bandera el señor Presidente Don Francisco I. Madero en compañía de sus cadetes para defender nuestra legalidad.
El 9 de febrero de 1913 salió de Chapultepec con esta Bandera el señor Presidente Don Francisco I. Madero en compañía de sus cadetes para defender nuestra legalidad.
Bandera del 19 Batallón de Línea
Participó en la segunda intervención norteamericana en abril de 1914.
Participó en la segunda intervención norteamericana en abril de 1914.
El Congreso Constituyente dispuso cómo debía ser la bandera de México: tendría tres franjas verticales, cada una de diferente color, la franja pegada al asta debía ser verde, la del centro blanca y la del extremo roja. En la franja del centro se encontraría un águila de origen mexicano, sin corona, que estuviera parada sobre un nopal, el cual crecería en una peña rodeada de agua. El águila debía estar posada sobre su pata izquierda, con la derecha agarraría una serpiente en actitud de querer despedazarla con su pico. Además debía estar enmarcada por los símbolos republicanos: ramas de encino y laurel.
Claro que ha habido cambios. La posición del águila ha variado algunas veces. Aquí te platicamos algunas.
Durante el Imperio de Maximiliano se adoptó una bandera que tenía el águila colocada bajo la corona del imperio francés. Luego, Porfirio Díaz ordenó que el águila se colocara de frente y con las alas extendidas. Como todos tenían una idea distinta de cómo debía ser el escudo, Venustiano Carranza dispuso que el águila se colocara de perfil izquierdo y conservara las características con las que los mexicas habían concebido cuando descubrieron la tierra donde fundaría Tenochtitlan. Algunos presidentes han hecho cambios a la posición del águila, pero en general el escudo nacional quedó como lo diseñó Venustiano Carranza.
Escudo Nacional
El Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana, con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel más alto que el penacho y ligeramente desplegadas en actitud de combate; con el plumaje de sustentación hacia abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico natural. Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido que nace en una peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y con el pico, en actitud de devorar, a una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto. Varias pencas del nopal se ramifican a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del águila y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicírculo inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que, cuando se representa el Escudo Nacional en colores naturales, corresponden a los de la Bandera Nacional.
Antecedentes del Escudo Nacional
El diseño del Escudo Nacional se remonta a la leyenda de la Fundación de la Gran Tenochtitlan. Los mexicas viajaron desde Aztlán, actualmente Nayarit, buscando la señal que Huitzilopochtli les había dado para establecerse y fundar su imperio: un águila posándose sobre un nopal florecido, en un pequeño islote ubicado en medio de una laguna. El prodigio se sitúa, según códices y crónicas de diversos autores, hacia el año de 1325. La imagen del acontecimiento se tomó desde entonces como Escudo y su narración se transmitió oralmente por varias generaciones.
Para los antiguos mexicanos, el Águila era el símbolo con el que se representaba la fuerza cósmica del Sol, mientras que las fuerzas potenciales de la Tierra estaban fundidas en la imagen de la Serpiente. De esta forma, el Águila devorando a la Serpiente significa la comunión de esas fuerzas vitales. Asimismo, el Nopal, además de representar un alimento prehispánico por excelencia es una planta propia del paisaje mexicano y que nos ubica simbólicamente en el lugar rodeado por cactáceas.
Al consumarse la Conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la Corona Española conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas del nopal que simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la Conquista. Durante el Virreinato se utilizó ese escudo y era ampliamente conocido su origen prehispánico.
Durante la lucha de Independencia, en 1811, la Suprema Junta Nacional Americana, establecida en Zitácuaro y conformada por Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco y José María Liceaga, utilizó como sello en su documentación oficial el Águila mexicana.
Por su parte, José María Morelos y Pavón adoptó ese símbolo para su bandera y correspondencia, y hubo de expedir, desde Puruarán, los Decretos del 3 de julio de 1815, relativos a la adopción de los primeros símbolos de una Nación en lucha por su Independencia.
Concluido el Imperio de Agustín de Iturbide y triunfante la República, el Congreso Constituyente expidió un decreto el 14 de abril de 1823, para rediseñar el símbolo de acuerdo con la tradición indígena: el Águila de perfil posada sobre un nopal, devorando a la Serpiente. Ramas de encino y de laurel, emblemas de la fortaleza de la victoria, adornaban la figura que ya no ostentaba la corona imperial.
Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se acuñó moneda con el Escudo Nacional en la forma ya descrita, y no sería sino hasta la época del Presidente Porfirio Díaz, cuando en la Bandera Nacional apareció el Águila de frente con las alas extendidas. A partir de la presidencia de Venustiano Carranza, por medio del decreto del 10 de Septiembre de 1916 se determinó retornar a las raíces indígenas, adoptando el emblema que actualmente está montado en nuestro Lábaro Patrio.
El Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana, con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel más alto que el penacho y ligeramente desplegadas en actitud de combate; con el plumaje de sustentación hacia abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico natural. Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido que nace en una peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y con el pico, en actitud de devorar, a una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto. Varias pencas del nopal se ramifican a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del águila y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicírculo inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que, cuando se representa el Escudo Nacional en colores naturales, corresponden a los de la Bandera Nacional.
Antecedentes del Escudo Nacional
El diseño del Escudo Nacional se remonta a la leyenda de la Fundación de la Gran Tenochtitlan. Los mexicas viajaron desde Aztlán, actualmente Nayarit, buscando la señal que Huitzilopochtli les había dado para establecerse y fundar su imperio: un águila posándose sobre un nopal florecido, en un pequeño islote ubicado en medio de una laguna. El prodigio se sitúa, según códices y crónicas de diversos autores, hacia el año de 1325. La imagen del acontecimiento se tomó desde entonces como Escudo y su narración se transmitió oralmente por varias generaciones.
Para los antiguos mexicanos, el Águila era el símbolo con el que se representaba la fuerza cósmica del Sol, mientras que las fuerzas potenciales de la Tierra estaban fundidas en la imagen de la Serpiente. De esta forma, el Águila devorando a la Serpiente significa la comunión de esas fuerzas vitales. Asimismo, el Nopal, además de representar un alimento prehispánico por excelencia es una planta propia del paisaje mexicano y que nos ubica simbólicamente en el lugar rodeado por cactáceas.
Al consumarse la Conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la Corona Española conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas del nopal que simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la Conquista. Durante el Virreinato se utilizó ese escudo y era ampliamente conocido su origen prehispánico.
Durante la lucha de Independencia, en 1811, la Suprema Junta Nacional Americana, establecida en Zitácuaro y conformada por Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco y José María Liceaga, utilizó como sello en su documentación oficial el Águila mexicana.
Por su parte, José María Morelos y Pavón adoptó ese símbolo para su bandera y correspondencia, y hubo de expedir, desde Puruarán, los Decretos del 3 de julio de 1815, relativos a la adopción de los primeros símbolos de una Nación en lucha por su Independencia.
Concluido el Imperio de Agustín de Iturbide y triunfante la República, el Congreso Constituyente expidió un decreto el 14 de abril de 1823, para rediseñar el símbolo de acuerdo con la tradición indígena: el Águila de perfil posada sobre un nopal, devorando a la Serpiente. Ramas de encino y de laurel, emblemas de la fortaleza de la victoria, adornaban la figura que ya no ostentaba la corona imperial.
Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se acuñó moneda con el Escudo Nacional en la forma ya descrita, y no sería sino hasta la época del Presidente Porfirio Díaz, cuando en la Bandera Nacional apareció el Águila de frente con las alas extendidas. A partir de la presidencia de Venustiano Carranza, por medio del decreto del 10 de Septiembre de 1916 se determinó retornar a las raíces indígenas, adoptando el emblema que actualmente está montado en nuestro Lábaro Patrio.
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