miércoles, 4 de noviembre de 2015

El cuento del Patito Feo en pictogramas

En una hermosa mañana de verano, los huevoshuevosque había empollado la mama pata, empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendonaciendopoquito a poco, llenando de felicidada los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el mas grande de todos,
aún permanecía intacto.
mama pata, y los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo, a ver cuando se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse, y luego se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patasdel felicidad patito.
Era el mas grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás.Y cómo era diferente, todos empezaron a llamarle
el patito Feo.
La mamá mama pata, avergonzada por haber tenido un patito  tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros
patitospatitospatitos. El patito  feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún mas feo, y tenía que soportar las burlasburlasde todos.
Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito  decidió irse de la granjatriste y solo, el patito  siguió un camino por el bosquehasta llegar a otra granja. Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito  creyó que había encontrado a alguien que le quería. Pero, al cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la granjera era mala y sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato.
El patito  salió corriendo como pudo de allí.
El invierno había llegado, y con el, el frío, el hambre, y la persecución de los cazadores.
El patito  feo lo pasó muy mal, pero sobrevivió hasta la llegada
de la primavera. Los días pasaron a ser mas calurosos y llenos de .colores , y el patito  empezó a animarse otra vez.
Un día, al pasar por un estanque, vio las avesmás hermosas que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito , aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque. Y uno de los cisnes le contestó:
- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.
Y le dijo el patito :
- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros.
cisnes le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo
no te engañamos.
El patito  se miró y lo que vio le dejó sin habla...
¡Había crecido y se había transformado en un precioso cisne!
Y en este momento, él supo que jamás había sido feo.
Él no era un patitos sino un cisne.
Y así, el nuevo cisne se unió a los demás cisnes y
vivió felicidad para siempre.
cisne

FIN
CUENTOS PARA COLOREAR PARA NIÑOS

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