viernes, 26 de febrero de 2016

PEDRO Y EL LOBO

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Había una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor
 parte de su tiempo cuidando sus ovejas y, como muchas
 veces se aburria mientras las veía pastar, pensaba qué
 hacer para divertirse.


Un día, decidió que sería buena idea divertirse a costa de la 
gente del pueblo que había en los alrededores. Se acercó y 
empezó a gritar:

– ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Qué viene el lobo!

La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano y corriendo 

fueron a ayudar al pobre pastorcito que pedía auxilio, pero
 cuando llegaron, descubrieron que todo había sido una broma 
pesada del pastor. Y se enojaron.

Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma 

que pensó en repetirla. Y cuando vió a la gente suficientemente
 lejos, volvió a gritar:

– ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Qué viene el lobo!

Las pobladores, al volverlo a oír, empezaron a correr otra 

vez pensando que esta vez se había presentado el lobo, y
 realmente les estaba pidiendo ayuda. Pero al llegar donde
 estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riendo 
al ver como los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo. Esta 
vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se marcharon 
terriblemente enojados.

A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus

 ovejas en el mismo campo. Aún reía cuando recordaba
 correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo
 día, si vió acercarse el lobo. El miedo le invadió el cuerpo
 y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:

– ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Qué viene el lobo! ¡Se va a comer todas

 mis ovejas! ¡Auxilio!

Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el

 día anterior, hicieron oídos sordos.

El pastorcillo vió como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas,

 y chilló cada vez más desesperado:

– ¡Socorro! ¡El lobo! ¡El lobo! – pero los aldeanos continuaron

 sin hacer caso.

Es así, como el pastorcillo vió como el lobo se comía unas

 cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder 
hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma
 que hizo el día anterior.

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