PERSONITA ESTE BLOG ES SOLO PARA TI, AQUI PODRÁS LEER TODOS LOS DÍAS UN CUENTO DIFERENTE Y HACER VARIAS ACTIVIDADES PROPIAS DE TU EDAD. Profra. Rocío Romero Kuhliger.
lunes, 26 de julio de 2010
Para que rías un poco...
¿En que se parecen un jabon de baño a una guitarra?
- A que los dos tocan la cucaracha.
- ¿Que le dice una pulga a otra luego de asistir a una función de cine?
- Oye que tomamos un taxi
- No, mejor un perro.
domingo, 25 de julio de 2010
sábado, 24 de julio de 2010
EL ARPA Y LA NIÑA.
Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el mejor instrumento que hubiera, hasta que un mago le entregó un arpa. La llevó a palacio, pero cuando tocó el músico real, estaba desafinada; muchos otros músicos probaron y coincidieron en que no servía para nada y había sido un engaño, así que se deshicieron del arpa tirándolo a la basura. Una niña muy pobre encontró el arpa, y aunque no sabía tocar, decidió intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el día, durante meses y años, siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez. Hasta que un día, de repente, el arpa comenzó a entonar las melodías más maravillosas, pues era un arpa mágica que sólo estaba dispuesta a tocar para quien de verdad pusiera interés y esfuerzo. El rey llegó a escuchar la música, y mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se llenó de alegría, y en aquel momento nombró a la niña como su músico particular, llenando de riquezas a ella y a su familia.
Pedro Pablo Sacristan
viernes, 16 de julio de 2010
El cuento de Ricitos de Oro.
Erase una vez una tarde , se fue Ricitos de Oro al
bosque y se puso a coger flores. Cerca de allí,
había una cabaña muy bonita , y como Ricitos de
Oro era una niña muy curiosa , se acercó paso a
paso hasta la puerta de la casita. Y la empujo.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa había tres tazones con leche y
miel. Uno , era grande; otro, mediano; y otro,
pequeño. Ricitos de Oro tenía hambre, y probo la
leche del tazón mayor. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Luego, probo del tazón mediano. ¡Uf! ¡Esta muy
caliente! Después, probo del tazón pequeñito, y le
supo tan rica que se la tomo toda, toda.
bosque y se puso a coger flores. Cerca de allí,
había una cabaña muy bonita , y como Ricitos de
Oro era una niña muy curiosa , se acercó paso a
paso hasta la puerta de la casita. Y la empujo.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa había tres tazones con leche y
miel. Uno , era grande; otro, mediano; y otro,
pequeño. Ricitos de Oro tenía hambre, y probo la
leche del tazón mayor. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Luego, probo del tazón mediano. ¡Uf! ¡Esta muy
caliente! Después, probo del tazón pequeñito, y le
supo tan rica que se la tomo toda, toda.
Había también en la casita tres sillas azules: una silla
era grande, otra silla era mediana, y otra silla era
pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla
grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a
sentarse en la silla mediana. Pero era muy ancha.
Entonces, se sentó en la silla pequeña, pero se dejo
caer con tanta fuerza, que la rompió.
Entró en un cuarto que tenia tres camas. Una, era
grande; otra, era mediana; y otra, pequeña.
La niña se acostó en la cama grande, pero la
encontró muy dura. Luego, se acostó en la cama
mediana, pero también le pereció dura.
Después, se acostó, en la cama pequeña. Y esta la
encontró tan de su gusto, que Ricitos de Oro se
quedo dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los
dueños de la casita, que era una familia de Osos, y
venían de dar su diario paseo por el bosque
mientras se enfriaba la leche.
Uno de los Osos era muy grande, y usaba
sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano
y usaba cofia, porque era la madre. El otro, era un
Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy
pequeño.
El Oso grande, grito muy fuerte: -¡Alguien ha
probado mi leche! El Oso mediano, gruño un poco
menos fuerte:
-¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño
dijo llorando con voz suave: se han tomado toda
mi leche!
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabían
que pensar.
Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa
quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no
hiciera caso , porque ahora iban a sentarse en las
tres sillas de color azul que tenían, una para cada
uno.
Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde
estaban las sillas.
¿Que ocurrió entonces?.
El Oso grande grito muy fuerte: -¡Alguien ha
tocado mi silla! El Oso mediano gruño un poco
menos fuerte..
-¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo
llorando con voz suave: se han sentado en mi silla
y la han roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el
cuarto de dormir. El Oso grande dijo: -¡Alguien se
ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo:
-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos
de Oro, y el Osito pequeño dijo:
-¡Alguien esta durmiendo en mi cama!
Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres
Osos tan enfadados, se asusto tanto, que dio un
salto y salio de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita,
salto`por ella Ricitos de Oro, y corrió sin parar por
el bosque hasta que encontró el camino de su casa.
F I N
domingo, 11 de julio de 2010
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