Un niño que es demasiado travieso juguetea con un huevo de dinosaurio que se le cae por un barranco. Cuando papá dinosaurio busca el huevo, el niño le indica que alguien lo robó y huyó muy lejos en una dirección, y el dinosaurio sale en su busca. Del huevo sale al fondo del barranco el bebé dinosaurio, que lo pasa fatal estando solo y no para de llorar. Cuando su padre le encuentra días después, le cuenta que oyó la voz del niño. El dinosaurio, furioso, pregunta de nuevo al niño, que vuelve a mentir, y como castigo derrumba las rocas de la entrada de su cueva, bloqueando la salida y dejándolo encerrado. Allí lo deja varios días hasta que se arrepiente y aprende la lección, y termina siendo un niño muy sincero inseparable del bebé dinosaurio.
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