Los ríos y el mar
Se juntaron los ríos para quejarse ante el mar diciéndole:
- ¿Por qué si nosotros te entregamos agua dulce y potable, haces tal trabajo, que conviertes nuestras aguas en saladas e imposibles de beber?
El mar, percibiendo que querían echarle la culpa del asunto, dijo:
- Por favor, dejen de darme agua y entonces ya no volverán a salarse sus aguas.
Antes de culpar a otros, fíjate primero si no eres el verdadero culpable.
2 comentarios :
Real y hermoso, el intolerante no suele darse cuenta de su culpa.
que masisa moraleja
Publicar un comentario