Se cuenta que el primer cuadrado mágico fue encontrado en la antigua China en el siglo IV antes de Cristo. El mito señala que hace unos 4200 años en un lugar de China, el emperador Yu había decidido hacer ciertas ofrendas a los dioses para calmar su ira. La historia era que el río Lo (Río Amarillo) se había desbordado, lo que causó grandes destrozos y gran mortandad entre sus súbditos. Con el fin de amortiguar la furia divina, el emperador ofreció 3 animales a los Dioses. El altar estaba junto al río, y de ahí salió una tortuga sagrada, se acercó a los tres animales sacrificados y regresó al río. Era evidente que a los dioses no les complacía la ofrenda. Así que el emperador Yu hizo sacrificar otro animal. La tortuga volvió a salir, pero también se retiró. ¿Qué número de animales agradaría a los Dioses?. Había entre los pajes del emperador un joven muy avispado, que dijo haber visto en el caparazón de la tortuga unos signos como cuentas o puntos agrupados. Inmediatamente los escribió en la tierra y pudo verse el siguiente dibujo:
Que equivale a la disposición numérica de un cuadrado mágico de 3×3. El emperador Yu situado frente al dibujo observó algo asombroso, los nueve primeros números del mundo, sumados en cualquier dirección, vertical, horizontal y diagonal sumaban quince. Así supieron que el número de animales que debían sacrificarse a los dioses era quince. Este cuadrado mágico chino, el primero de cuantos se conocen, se llama Lo Shu (El libro del río Lo), y tiene otras propiedades importantes. Por ejemplo, en las cuatro esquinas están los números pares (Yin), y los números impares (Yang) forman una cruz central. El número 5, que está en el centro, simboliza la Tierra, y los otros cuatro elementos del universo oriental se representan por las parejas adyacentes: los metales (4 y 9), el fuego (2 y 7), el agua (1 y 6) y la madera (3 y 8).
El Cuadrado Mágico ha sido por mucho un medio para captar y movilizar el poder espiritual, encerrándolo en una representación simbólica del nombre o de la cifra de quien detenta tal poder. Los musulmanes de norte de África vendían talismanes (Herz) cuyo número mágico es el 66, número atribuido a Alá.
Hoy la magia de estos cuadrados radica en dos cosas, la primera es que pese al desorden aparente hay un orden interno reflejado en la suma de sus filas, columnas y diagonales, el cual es divertido encontrar; la segunda es que todos los que se divierten construyéndolos lo hacen para encontrar más rarezas dentro del orden señalado o para romper récords.
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Nota 1: Texto original del mito de la tortuga en: Cuadrados mágicos – por Rubén
1 comentario :
Un blog con muchas aportaciones. ¿Qué tal aproximarse por las convicciones de la materia mínima? Lo que se denomina canicas y de otras maneras según cada país: https://carlosvaldesmartin.blogspot.com/2011/10/la-canica-y-las-convicciones-sobre-la.html
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