Material que necesitaremos:
- Un limón o una cebolla.
- Un folio.
- Pintura vegetal.
- Un pincel.
Vierte en un vaso el zumo del limón o el de la cebolla. Utilizar una cosa u otra es indiferente. Con un pincel pinta la hoja con ese zumo. Haz el dibujo o la forma que prefieras.
Cuando se haya secado la tinta que has utilizado, es decir, el zumo que has utilizado para pintar, pinta la hoja con la pintura vegetal.
Cuando ésta esté seca, con la ayuda de un adulto, pásale la plancha caliente al dibujo por encima y observa el resultado. Curioso, ¿verdad?
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